El 4 de mayo, se celebra el Día
Internacional del Bombero Forestal como expresión de reconocimiento y
apoyo de la comunidad internacional y de la sociedad en general a
quienes luchan contra los fuegos de bosques y otros ecosistemas en todo
el mundo, para preservar los patrimonios y recursos naturales. También
es una oportunidad para recordar y homenajear a todos aquellos que
perdieron la vida en la lucha contra los incendios forestales.
En diciembre de 1998, a raíz de un accidente ocurrido en el incendio de Linton (Canadá), perdieron
la vida cinco combatientes pertenecientes a una brigada forestal.
Ese hecho, sumado a otros incidentes trágicos ocurridos durante la lucha contra los incendios forestales en todo el mundo, fue el punto de partida para el inicio de un movimiento que, paulatinamente, se ha ido extendiendo por diversos países. En primer término la “Country Fire Authority” (C.F.A.) y la Comunidad de Victoria adoptaron el uso de una cinta roja como símbolo de reconocimiento y respeto hacia los combatientes forestales muertos y hacia sus familias.
Ese hecho, sumado a otros incidentes trágicos ocurridos durante la lucha contra los incendios forestales en todo el mundo, fue el punto de partida para el inicio de un movimiento que, paulatinamente, se ha ido extendiendo por diversos países. En primer término la “Country Fire Authority” (C.F.A.) y la Comunidad de Victoria adoptaron el uso de una cinta roja como símbolo de reconocimiento y respeto hacia los combatientes forestales muertos y hacia sus familias.
La fecha escogida para su celebración a
nivel internacional, el 4 de mayo, tiene que ver con la coincidencia en
el santoral con el patrón de los bomberos “San Florián”, pues se cuenta,
que de niño salvó una vez la vida de sus padres cuando por causas
desconocidas se incendió un montón de heno situado junto a la casa de
madera donde vivían, Florián, con sólo 10 años, recogió agua en un cubo y
apagó el fuego que empezaba ya a arder de forma considerable.
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